EL GPS...

Si tienes uno de estos artilugios malditos puede que te sientas identificado... y es que estos dispositivos están creados oficialmente con un objetivo, llevarte a tu destino. Se que unos son mejores que otros, algunos controlan el tráfico, tienen rutas mas cortas u opciones de
preferencias. Pero, lo que todos, todos, y por si
las moscas repito, todos, consiguen dos cosas.

La primera, que sufras graves ataques de agresividad descontrolada contra dicho aparato y sus indicaciones. Pongamos un ejemplo, el super GPS dice... gire a 750 metros a la derecha. Y tu primero piensas... "Vale seguro que solo hay un giro posible a la derecha y todo va  a ir bien". Realidad, a 500 metros podrás girar, y luego a 600 y a 710 metros también podrás hacer exactamente el mismo giro a la derecha, pero... el GPS y su irritante voz te avisan cuando tu coche justo pasa el giro y.... casualidad, después no hay otro giro más. Recalculando... Lo siento, tu ira ya esta encendida, desatada y descontrolada.

Y el segundo problema que tienen estos dispositivos y que curiosamente tiene la misma consecuencia anterior, es el frecuente error con el final de tu ruta establecida. Parece una tontería pero si no tienes ni idea de a donde vas, y tu GPS en medio de una rotonda te dice con su "dulce voz"... ha llegado a su destino.
¿Qué haces?. Nada, no hay solución. Te alteras, te pones nervioso, te dan ganas de conseguir el nombre y la dirección de la persona que lo diseño y de la persona que puso su voz a este diabólico cacharro.

Si, tengo problemas con los GPS. ¿Y tú?

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